La merienda de hoy, es de esas cosas que nos gustarían que pasaran de abuelos a nietos, seguro que muchos recordáis el olor de las manzanas cociendo en el horno en las frías tardes de invierno de vuestra infancia. Y si no es así, aquí os dejo la receta para que la probéis con vuestros hij@s, porque es una receta fácil, sana y rápida de hacer. Y ahora que es temporada de manzanas están buenísimas.
Necesitamos para cada manzana asada:
- Una manzana, a ser posible roja
- Unas gotas de limón
- Una cucharadita de azúcar
- Un cuadradito de mantequilla, unos 5 gramos
- Una pizca de canela, si os gusta
Precalentamos el horno a 180 grados mientras preparamos las manzanas. Las lavamos, les hacemos un corte en la parte superior como si fuera una tapa y les quitamos el corazón con un cuchillo, o un descorazonador de manzanas, un nombre muy feo pero es una herramienta muy práctica.
Introducimos en el interior de las manzanas el cuadradito de mantequilla, unas gotas de limón exprimido, media cucharadita de azúcar y la pizca de canela.
Tapamos la manzana con la cubierta que hemos cortado, como si fuera una olla, y espolvoreamos el resto de azúcar de la cucharilla por encima.
Ya están listas para ir al horno durante 10-15 minutos a 180 grados.
A nosotros nos han quedado tan buenas que hasta me he visto a mi misma comiéndolas de niña! 😉
