Galletas caseras de corazones

Galletas caseras de corazones

En nuestra cita semanal con las galletas caseras, esta vez yo y Marc nos hemos divertido preparando estos corazones. No era un reto fácil, entre mamá que quería unas galletas perfecta para hacer una foto bonita y mi hijo que siempre va con él lema “yo solo mamá” podíamos no conseguir el resultado esperado,

Pero sí!! Sorprendentemente han salido no solo ricas si no que bonitas también 😉 porque yo soy de la idea que las recetas entran por los ojos, o no?

La masa es muy sencilla de preparar, hemos usado una receta que habíamos ya probado cuando hemos preparado las galletas de caracoles.  Estos son los ingredientes:

 200 gr. de mantequilla

150 gr. de azúcar

1 huevo

300 gr. de harina

25 gr. de cacao amargo en polvo

Cascara de un limón (opcional)

Empezamos mezclando la mantequilla blanda con el azúcar, hasta que se haga una crema. Añadimos la harina y mezclamos bien todo. Nosotros lo hemos hecho con una batidora pero se puede hacer perfectamente a mano, ¡más divertido!

Una vez tengamos la masa lista, la dividimos en dos, una la ponemos en la nevera, y a la otra añadimos cacao en polvo, mezclamos bien para amalgamar bien el cacao y a la nevera.

Mientras tanto hemos elegido las formas de galleta. Necesitamos dos de la misma forma, pero de dos medidas diferentes. Nosotros teníamos flores y corazones, y hemos decidido de usar corazones.

Primero hemos tendido la masa blanca. Pero antes de hacer las formas hemos preparado la bandeja poniendo papel de hornear. Hemos empezado a hacer las formas, en cada corazón grande le hemos hecho a dentro un corazón pequeño. Los pequeños los hemos apartado en un plato y los grandes los hemos puesto en la bandeja. Una vez terminada toda la masa blanca hemos empezado con la masa de chocolate. Hemos preparado otra bandeja así que hemos ido poniendo los corazones pequeños negros dentro de los grandes blancos, y los grandes negros en la otra bandeja. Por último hemos rellenado los corazones grandes negros con los blancos pequeños que teníamos guardados y listos para el horno.

Hemos horneado a 180º por 12 minutos, los hemos sacados del horno y nos hemos quedados los dos con la boca abierta de lo bonito que han quedado… después de un rato cuando ya estaban fríos nos hemos dado cuenta que no solo eran bonitos si no que también ricos ricos ricos.

¿Os animáis a probar a hacerlas?

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