Os presentamos las sugerencias de Blanca de Gateo, Pasitos y Carreras para didongo.
¡Buenas a todos los lectores y/o seguidores del Club Didongo!
En esta mi primera colaboración en este estupendo blog, os voy a presentar una divertida manualidad sencilla y fácil de hacer con los más peques de la casa.
Es una actividad/manualidad de las que en Educación Infantil denominamos sensorial, ya que además de ser un trabajo meramente artístico creado por ellos mismos, estimulamos otros sentidos además del tacto, en este caso la vista, que será el objetivo de juego de esta actividad.
Los materiales que vamos a necesitar son:
- 1 bote vacío de Pringles con su tapa.(puede ser de otra marca, siempre que la tapa superior sea de plástico transparente y el interior sea plateado).
- Tijeras aptas para niños.
- Celo/precinto/cola blanca de carpintero o escolar.
- Purpurinas, stikers, pegatinas para decorar (opcional).
- Temperas o cualquier tipo de pintura apta para niños.
- Pinceles
- Papel celofán de colores.
- Un clavo o un objeto punzante para perforar.(En este caso o lo hace el adulto o si queremos que lo haga el niño, “siempre” bajo supervisión).
- Un martillo o algo para golpear.
Como hacer el caleidoscopio:
Retiramos la tapa de plástico al bote de Pringles y le damos la vuelta. Con ayuda del clavo o algo punzante hacemos un agujero en el centro de la base metálica del bote.
Dejamos que los niños pinten y decoren el bote a su gusto. Una vez seco, lo encintamos con celo o precinto, ya que como van a manipular el bote continuamente, evitamos manchados o que se despinte. Otra opción es darle una mano de cola blanca de carpintero que una vez seca hace la función de una capa de barniz.
Invitamos a los peques a trocear el papel celofán en trocitos muy pequeños e irregulares y los dejamos extendidos sobre la mesa. Cortamos tiras de celo o precinto más o menos del tamaño del agujero del bote y decimos a los peques que presionen con las tiras sobre los trocitos de papel celofán. Una vez adheridos y con las tiras bien tensas cubrimos toda la superficie de la boca del tubo y lo pegamos, dejando más o menos ½ cm de margen. Para finalizar damos una vuelta de celo alrededor para fijarlo bien a la superficie del bote. Recordad que sólo debe de ser una vuelta, si nos excedemos en grosor, la tapa de plástico no entrará. Tapamos.
Y esto es lo que verán al mirar por el agujero de la tapa.
Según van girando el tubo, los colores se van mezclando sobre la superficie plateada del interior, alargándose haciéndose más fuertes, más tenues, creando nuevas gamas de colores….
Desde el punto de vista educativo con esta actividad los niños trabajan la concentración, la coordinación óculo-manual (básica para la lectoescritura), la motricidad fina y gruesa, la creatividad y la imaginación, la estimulación visual, el trabajo en equipo, la cooperación. También adquieren connotaciones científicas como la incidencia de la luz( invitamos a que miren hacia el sol, hacia el suelo, luz artificial) y como esa influye en la intensidad y descomposición de los colores.
Y para darle un aspecto un poco más educativo si cabe a la actividad, lo ideal es invitarles a que hagan un dibujo libre sobre lo que han experimentado con el caleidoscopio…¡Seguro… que os sorprenderéis!
Espero que la manualidad haya sido de vuestro agrado.
¡Hasta la próxima!
Podéis seguir Blanca también visitando su blog Gateos, pasitos y carreras.
Si quieres realizar un caleidoscopio más complejo te recomendamos el kit didongo Espejo Espejito.