¿En qué pensamos si volvemos con la memoria a nuestra infancia?
Probablemente en las cosas que más nos gustaba hacer, probablemente jugar, de infinitas maneras diferentes.
Maria Montessori decía que cuando jugamos, nos sentimos fuertes, felices y descansados.
¿Y si nos preguntan cómo y dónde jugábamos de niñ@s? ¿Qué nos gustaba más? La playa, el escondite, las aventuras en el bosque, estar con los amigos del barrio por las calles, jugar a los piratas, mirar afuera de la ventana, bailar, inventar nuestros propios juegos…
Yo recuerdo la felicidad de mezclar pasta de dientes, hierbas, vinagre, sal, azúcar, leche, y todo lo que estuviera a mi alcance para hacer asquerosas pociones mágicas que con mi hermana intentábamos vender a los curas que vivían cerca de casa. También recuerdo los veranos en nuestra amada isla, donde en bañador y con lo mínimo necesario, aprendíamos a encender un fuego con una lupa y los rayos del sol, pescábamos pulpos con las manos y experimentábamos cuanto rato se te quedan las marcas de sus ventosas en el brazo.
Jugar, jugar, jugar…
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), aprobada por la Asamblea Genaral de Naciones Unidas a finales de 1989, “es un tratado internacional que recoge los derechos de la infancia y es el primer instrumento jurídicamente vinculante que reconoce a l@s niñ@s como agentes sociales y titulares activos de sus propios derechos” (Aquí para más info).
En su artículo n. 31 se declara que l@s niñ@s tienen derecho a jugar.
Pero ¿qué significa jugar? ¿Qué es un juego? ¿Qué importancia tiene en nuestra vida, niñ@s y personas adultas? Qué papel tiene en nuestro crecimiento, en nuestras relaciones sociales, en nuestro aprendizaje cotidiano, en la construcción de nuestra identidad, en el descubrimiento de nosotr@s mism@s?
Para intentar encontrar respuestas y seguir haciéndonos muchas preguntas sobre el universo del juego, os dejamos aquí el enlace a unas entrevistas muy interesantes que el equipo de Imagine Elephants ha realizado a profesionales del mundo de la educación, la infancia, la psicología, la pedagogía, etc., para investigar la importancia del juego espontáneo en la vida de tod@s nosotr@s.
Os lo recomendamos de todo corazón.