Una actividad que les gustará mucho hacer a nuestr@s peques y cuyo resultado final será un bellísimo regalo de Navidad… ¡la bola de nieve! Sí, este objeto tan bonito que nos gustaba infinitamente girar y volver a girar cuando éramos pequeños.
Es muy sencillo de construir, sólo necesitamos:
- Figuritas de plástico
- Agua destilada
- Frascos de vidrio
- Papel de lija
- Pegamento resistente
- Purpurina
- Glicerina
Lijamos el interior de la tapa hasta que la superficie quede áspera (para que las figuritas adhieran mejor). Con el pegamento, fijamos las figuritas en el interior de la tapa, y dejamos que se seque.
Llenamos el frasco casi hasta arriba con agua destilada; añadimos un pellizco de purpurina y unas dos o tres gotas de glicerina para evitar que la purpurina caiga demasiado rápido. Ponemos silicona a lo largo de la circunferencia de la boca del frasco y cerramos la tapa, con cuidado, evitando que las figuritas se muevan.
¡Y ya està!
Ahora, ¡a jugaaar!